Gelatina de Kiwi Paso a Paso

La gelatina de kiwi es un postre refrescante y delicioso que combina la dulzura y acidez del kiwi con la suavidad de la gelatina. Preparada con pulpa de kiwi, azúcar y gelatina, esta opción colorida y llena de sabor es una manera fresca de disfrutar de la fruta. Además, su vibrante tonalidad verde la convierte en un postre atractivo visualmente.

Ingredientes:

  • 5 kiwis maduros, pelados y picados en trozos pequeños
  • 1 taza de agua
  • 1/2 taza de azúcar (ajusta según tu preferencia de dulzura)
  • 1 sobre de gelatina sin sabor (aproximadamente 7 gramos)
  • 1/4 taza de agua fría (para hidratar la gelatina)
  • Zumo de 1 limón (opcional, para realzar el sabor)

Asegúrate de pelar y cortar los kiwis en trozos pequeños para una mejor textura en la gelatina. Además, ajusta la cantidad de azúcar según tu preferencia, ya que el kiwi puede ser ligeramente ácido.

Preparación:

  1. En una cacerola pequeña, coloca los kiwis picados, el azúcar y 1 taza de agua. Lleva la mezcla a ebullición a fuego medio-alto, luego reduce el fuego y cocina a fuego lento durante unos 10-15 minutos, revolviendo ocasionalmente, hasta que los kiwis se hayan deshecho y la mezcla tenga una consistencia similar a un puré.
  2. Mientras la mezcla de kiwi se cocina, hidrata la gelatina sin sabor en 1/4 de taza de agua fría. Deja reposar durante unos minutos hasta que la gelatina absorba el agua.
  3. Una vez que la mezcla de kiwi esté lista, retírala del fuego. Agrega la gelatina hidratada a la mezcla caliente y revuelve hasta que la gelatina esté completamente disuelta.
  4. Opcionalmente, exprime el zumo de limón en la mezcla para realzar el sabor. Revuelve bien.
  5. Vierte la mezcla de kiwi en moldes para gelatina o en un molde grande. Refrigera durante al menos 4 horas, o hasta que la gelatina esté firme.
  6. Una vez que la gelatina de kiwi esté lista, puedes cortarla en porciones y servirla. ¡Disfruta de esta deliciosa y refrescante gelatina de kiwi!

Deja reposar la mezcla en el refrigerador durante al menos cuatro horas, o hasta que la gelatina esté firme al tacto. Al momento de servir, decora con rodajas frescas de kiwi y disfruta de esta refrescante delicia frutal. ¡Una explosión de sabor que cautivará a tus invitados!

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