La salsa de queso cheddar es una deliciosa preparación a base de queso cheddar derretido, ideal para acompañar nachos, papas fritas o hamburguesas. Su sabor cremoso y ligeramente picante la convierte en un favorito en fiestas y comidas casuales. Se puede preparar fácilmente en casa o encontrarla en tiendas como aderezo versátil.
Ingredientes:
- 1 taza de queso cheddar rallado (puedes usar queso cheddar fuerte para un sabor más pronunciado).
- 1/2 taza de leche (puedes ajustar la cantidad según la consistencia deseada).
- 2 cucharadas de mantequilla.
- 2 cucharadas de harina de trigo.
- 1/4 de cucharadita de sal (ajusta al gusto).
- 1/4 de cucharadita de pimienta negra molida (opcional, para dar sabor).
- Otras opciones para dar sabor: una pizca de mostaza en polvo, una pizca de ajo en polvo o una pizca de pimiento rojo en polvo (opcional).
Antes de preparar salsa de queso cheddar, asegúrate de tener todos los ingredientes listos y a temperatura ambiente para una mezcla suave y sin grumos.
Preparación:
- En una cacerola a fuego medio, derrite la mantequilla.
- Una vez que la mantequilla esté derretida, añade la harina y revuelve constantemente durante unos minutos para hacer un roux (una mezcla de mantequilla y harina). Cocina el roux hasta que tenga un color ligeramente dorado.
- Vierte lentamente la leche mientras sigues revolviendo. Continúa cocinando y revolviendo hasta que la mezcla se espese y no haya grumos. Esto tomará unos minutos.
- Reduce el fuego a bajo y agrega el queso cheddar rallado. Revuelve hasta que el queso se derrita por completo y la salsa quede suave y cremosa.
- Agrega la sal y la pimienta, así como cualquier otro condimento opcional que desees utilizar.
- Si la salsa queda demasiado espesa, puedes agregar un poco más de leche para ajustar la consistencia a tu gusto.
- Prueba la salsa y ajusta la sal y otros condimentos si es necesario.
- Una vez que la salsa esté lista, sírvela caliente junto con tus snacks o plato favorito.
¡Y eso es todo! Ahora tienes una deliciosa salsa de queso cheddar casera para disfrutar. Asegúrate de servirla mientras esté caliente, ya que tiende a espesarse a medida que se enfría. ¡Buen provecho!