El bizcocho suave y húmedo es un deleite para el paladar, caracterizado por su textura esponjosa y jugosa. Su secreto radica en la combinación perfecta de ingredientes como harina, huevos, azúcar y otros ingredientes más, logrando un equilibrio que resulta en una experiencia gustativa irresistiblemente tierna y deliciosa. Ideal para acompañar con un toque de frutas, glaseado o simplemente disfrutar por sí mismo.
Ingredientes:
- 3 tazas de harina para todo uso.
- 2 tazas de azúcar.
- 1 taza de leche.
- 1 taza de mantequilla (a temperatura ambiente).
- 4 huevos.
- 2 cucharaditas de extracto de vainilla.
- 2 cucharaditas de polvo de hornear.
- 1/2 cucharadita de sal.
Para lograr un bizcocho suave y húmedo, asegúrate de medir con precisión los ingredientes y batir la masa lo justo para evitar la sobremezcla, lo que podría afectar la textura final.
Preparación:
- Precalienta el horno a 180°C y engrasa un molde para bizcocho.
- En un tazón grande, bate la mantequilla y el azúcar hasta que obtengas una mezcla suave y cremosa.
- Agrega los huevos uno por uno, batiendo bien después de cada adición. Añade el extracto de vainilla y mezcla.
- En otro tazón, tamiza la harina, el polvo de hornear y la sal.
- Agrega gradualmente los ingredientes secos a la mezcla húmeda, alternando con la leche. Comienza y termina con los ingredientes secos. Mezcla a baja velocidad hasta que esté bien combinado.
- Vierte la masa en el molde preparado y alísala con una espátula.
- Hornea en el horno precalentado durante aproximadamente 25-30 minutos o hasta que al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.
- Deja enfriar el bizcocho en el molde durante unos 10 minutos antes de transferirlo a una rejilla para que se enfríe completamente.
¡Y ahí lo tienes! Un delicioso bizcocho suave y húmedo. Puedes decorarlo con glaseado, frutas frescas o simplemente espolvorear azúcar en polvo. ¡Disfruta!