Las mandarinas en almíbar son una delicia dulce y refrescante, perfectas para disfrutar solas o como acompañamiento en postres. Su sabor cítrico y jugoso se combina armoniosamente con el dulzor del almíbar, creando una experiencia deliciosa para el paladar. Su color vibrante y su textura suave las convierten en un placer tanto para la vista como para el gusto.
Ingredientes:
- Mandarinas (la cantidad que desees)
- Azúcar (aproximadamente 1 taza de azúcar por cada 4 tazas de agua)
- Agua
- Canela en rama (opcional)
- Clavos de olor (opcional)
- Cáscara de limón (opcional)
Antes de preparar las mandarinas en almíbar, asegúrate de que estén bien lavadas para eliminar cualquier residuo. Además, no olvides dejarlas reposar en el almíbar durante suficiente tiempo para que absorban bien el sabor.
Preparación:
- Lava bien las mandarinas y pela la piel con cuidado, procurando quitar toda la parte blanca para evitar que amarguen en el almíbar.
- En una olla grande, coloca agua y azúcar en proporción de 4 partes de agua por 1 parte de azúcar. Agrega la canela en rama, clavos de olor y cáscara de limón al gusto, si decides usarlos.
- Lleva el agua a ebullición y luego reduce el fuego a medio-bajo para que hierva a fuego lento.
- Agrega las mandarinas peladas a la olla y cocina a fuego lento durante unos 30-40 minutos, o hasta que las mandarinas estén tiernas pero aún firmes.
- Retira la olla del fuego y deja que las mandarinas se enfríen en el almíbar.
- Una vez frías, puedes guardarlas en frascos esterilizados junto con el almíbar y las especias si lo deseas, asegurándote de cubrir completamente las mandarinas con el almíbar.
- Guarda los frascos en el refrigerador y deja reposar durante al menos un día antes de consumir para que las mandarinas absorban bien el sabor del almíbar.
¡Y listo! Ahora puedes disfrutar de tus mandarinas en almíbar como postre o como un delicioso acompañamiento. ¡Buen provecho!